lunes, 6 de mayo de 2024

oswald de andrade / manifiesto antropófago


Sólo la antropofagia nos une. Socialmente. Económicamente. Filosóficamente.

 Única ley del mundo. Expresión enmascarada de todos los individualismos, de todos los colectivismos. De todas las religiones. De todos los tratados de paz.

Tupi or not tupi that is the question.

Contra todas las catequesis. Y contra las madres de los Gracos.

Sólo me interesa lo que no es mío. Ley del hombre. Ley del antropófago.

Estamos cansados de todos los sospechosos​​ maridos católicos​​ envueltos en dramas. Freud terminó con el enigma​​ de la mujer y con los sustos de la psicología impresa.

Lo que obstaculizaba la verdad era la ropa, el impermeable entre el mundo interior y el mundo exterior. La reacción contra el hombre vestido. El cine americano lo informará.

Hijos del sol, madre de los vivientes. Encontrados y amados ferozmente, con toda la hipocresía de la saudade, por los inmigrantes, por los traficados y por los turistas. En el país de la gran​​ cobra.

Fue porque nunca tuvimos gramáticas, ni colecciones de vegetales viejos. Y nunca supimos lo que era urbano, suburbano, fronterizo y continental. Perezosos en el mapamundi de Brasil.

Una conciencia participante, una rítmica religiosa.

Contra todos los importadores de conciencia enlatada. La existencia palpable de la vida. Y la mentalidad prelógica para ser estudiada por el Sr. Lévy Bruhl.

Queremos la revolución Caraíba. Más grande que la revolución​​ Francesa. La unificación de todas las revueltas eficaces en dirección del hombre. Sin nosotros Europa no tendría si quiera su pobre declaración de los derechos del hombre.

La edad de oro anunciada por América. La edad de oro. Y todas las girls.

Filiación. El contacto con​​ el Brasil Caraíba.​​ Où Villegaignon print terre. Montaigne.​​ El hombre natural. Rosseau. De la Revolución Francesa al Romanticismo, a la Revolución Bolchevique, a la revolución Surrealista y al bárbaro tecnificado de Keyserling. Caminamos.

Nunca fuimos catequizados. Vivimos a través de un derecho sonámbulo hicimos que Cristo naciera en Bahia. En​​ Belém o en Pará.

Pero nunca admitimos el nacimiento de la lógica entre nosotros.

Contra el padre Viera. Autor de nuestro primer​​ préstamo para ganar​​ su​​ comisión. El rey analfabeto que le dijo: ponga eso en el papel, pero sin tanta labia. Se hizo el préstamo. Se registró el azúcar brasileño. Viera dejó el dinero en Portugal y nos trajo la labia.

El espíritu se rehúsa a concebir el espíritu sin el cuerpo. El antropomorfismo. Necesidad de la vacuna antropofágica. Para el equilibrio contra las religiones del​​ meridiano. Y las inquisiciones exteriores.

Sólo podemos atender al mundo oracular.

Teníamos la justicia,​​ codificación de la venganza. La ciencia,​​ codificación de la Magia. Antropofagia. La transformación permanente del Tabú en Tótem.

Contra el mundo reversible y las ideas objetivadas. Cadaverizadas. El stop del pensamiento que es dinámico. El individuo víctima del sistema. Fuente de las injusticias clásicas. De las injusticias románticas. El olvido de las conquistas interiores.

Itinerarios, Itinerarios, Itinerarios, Itinerarios, Itinerarios, Itinerarios, Itinerarios.

El instinto Caraíba.

Muerte y vida de las hipótesis. De la ecuación​​ yo​​ parte del Cosmos al axioma Cosmos parte del​​ yo. Subsistencia. Conocimiento. Antropofagia.

Contra las elites vegetales. En comunicación con el suelo.

Nunca fuimos catequizados.​​ Lo que hicimos fue el Carnaval. El indio vestido como senador del Imperio. Fingiendo ser Pitt. O figurando en las óperas de Alencar lleno de buenos sentimientos portugueses.

Ya teníamos el comunismo. Ya teníamos la lengua surrealista. La edad de oro.

Catiti Catiti​​ Imara Notiá ​​​​ Notiá Imara​​ Ipeju

 La magia y la vida. Teníamos la relación y la distribución​​ de los bienes físicos, de los bienes morales, de los bienes dignatarios. Y sabíamos transponer el misterio y la muerte con la ayuda de algunas formas gramaticales.

 Pregunté a un hombre lo que era el Derecho.​​ Él me respondió que era la garantía del ejercicio de la posibilidad. Ese hombre se llamaba​​ Galli Mathias. Me lo comí.

 Sólo no hay determinismo donde hay misterio. ¿Pero qué conseguimos nosotros con eso?

 Contra las historias del hombre que comienzan en Cabo Finisterra.​​ El mundo no fechado. No rubricado.

Sin Napoleón. Sin César.

La fijación del progreso por medio de catálogos y aparatos de televisión. Sólo la maquinaria. Y los transfusores de sangre.

 Contra las sublimaciones antagónicas. Traídas en las carabelas.

 Contra la verdad de los pueblos misioneros, definida por la sagacidad de un antropófago, el Vizconde de Cairu:​​ -La mentira repetida muchas veces.

 Pero no fueron cruzados los que vinieron. Fueron fugitivos de una civilización que estamos devorando, porque somos fuertes y vengativos como el Jabuti.

Si Dios es la conciencia del universo Increado,​​ Guarací es la madre de los vivientes. Jaci es la madre de los vegetales.

No teníamos​​ especulación. Pero teníamos adivinación. Teníamos política que es la ciencia de la distribución. Y un sistema social planetario.

Las migraciones. La fuga de los estados tediosos. Contra las esclerosis urbanas. Contra los Conservatorios y el tedio especulativo.

De William James y Voronov.​​ La transfiguración del Tabú en Tótem. Antropofagia.

El pater familias y la creación de la moral de la cigüeña: Ignorancia real de las cosas + habla de imaginación + sentimiento de autoridad ante la prole curiosa.

Es necesario partir de un profundo ateísmo para llegar a la idea de Dios. Pero la Caraíba no lo necesitaba. Porque tenía a Guaraci.

El objetivo creado​​ reacciona con los Ángeles de la Caída. Después Moisés divaga ¿Qué ganamos nosotros con eso?

Antes de que los portugueses descubrieran Brasil, Brasil ya había descubierto la felicidad.

Contra el indio de antorcha. El indio hijo de María, ahijado de Catarina de Médecis y yerno de D. Antonio de Mariz.

La alegría es la prueba del​​ nueve.

En el matriarcado de Pindorama.

Contra la memoria fuente de costumbre. La experiencia personal renovada.

Somos concretistas. Las ideas dominan, reaccionan, queman gente en las plazas públicas. Suprimamos las​​ ideas​​ y las otras parálisis. Por los itinerarios. Creer en las señales, creer en los instrumentos y en las​​ estrellas.

Contra Goethe, la madre de los Gracos, y la Corte de D. João VI.

La alegría es la prueba del​​ nueve.

La lucha entre lo que se llamaría Increado y la Criatura- ilustrada por la contradicción permanente​​ entre el​​ hombre y su Tabú. El amor cotidiano es el modus vivendi capitalista. Antropofagia. Absorción del enemigo sacro. Para transformarlo en tótem. La humana aventura. La finalidad terrenal. Sin embargo, sólo las puras élites​​ han conseguido​​ realizar la antropofagia carnal, que trae en sí​​ el más alto sentido de la vida y evita todos los males identificados por Freud, males catequistas. Lo que se da no es una sublimación​​ del instinto sexual. Es la escala termométrica del instinto​​ antropofágico. De lo carnal, se vuelve electivo y crea amistad. Afectivo, el amor. Especulativo, la ciencia. Se desvía se transfiere. Llegamos al envilecimiento. La baja antropofagia aglomerada en los pecados del catecismo – la envidia, la usura, la calumnia, el asesinato. Peste de los llamados pueblos cultos y cristianizados, es contra ella que estamos actuando. Antropófagos.​​ 

Contra Anchieta cantando las once mil vírgenes del cielo, en la tierra de Iracema, el patriarca João Ramalho​​ fundador de São Paulo.

Nuestra independencia aún no fue proclamada. Frase típica de D.​​ João​​ VI:- Hijo mío​​ ¡pon esa corona en tu cabeza, antes de que algún aventurero lo haga!​​ Expulsamos la dinastía. Es preciso expulsar el espíritu​​ de Bragança,​​ las​​ órdenes​​ y el rapé de María da Fonte.

Contra la realidad social, vestida y opresora, registrada por Freud- la realidad sin complejos, sin locura, sin prostituciones y sin cárceles del matriarcado de Pindorama.

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Oswald de Andrade (São Paulo, 1890-1954) Traducción de Indira Díaz. Círculo de Poesía.